Siempre hay cosas que compensan lo jodida que es la vida... no te das cuenta hasta que te vas haciendo mayor porque cada vez eres más consciente de las cosas y sabes que esta vida sólo es para un rato y que hay que disfrutar al máximo, día a día y minuto a minuto aunque a veces cuesta porque no es tan fácil, o al menos a mi me parece muchas veces complicado saborear y disfrutar de determinados momentos... éste no ha sido un año fácil, todo lo contrario, creo que ha sido el peor de mis casi 38 años pero como os digo hay cosas que compensan todo lo malo y una de ellas ha sido conocer este lugar que os voy a comentar ahora. Este año necesitábamos desconectar del mundo, aunque con esto de los móviles y demás, es complicado, pero lo hemos intentado. Hemos estado pasando unos días en un pueblecito asturiano precioso, se llama Rales y no es muy conocido, gracias a Dios, y por eso conserva todo el encanto de un pueblo. Para empezar no hay ni un sólo bar, cosa a estas alturas increible para 150 habitantes, pero os aseguro que tampoco se echa de menos... el paisaje, sus casas, sus caminos son espectaculares... da la sensación de que se compite a ver quien tiene la casa más bonita y cuidada (luego os pongo unas fotitos para que juzgueis vosotros mismos)...y es una gozada andar por cualquiera de sus caminos y disfrutar de ese verde de Asturias... lo bueno es que el que no quiera tanta tranquilidad, a tan sólo 3 km. está Posada y a 8 km. Llanes, dónde tienes de todo, supermercados, bares, restaurantes... así que sin problema... como digo siempre una imagen vale más que mil palabras así que me dejo de rollos y os pongo unas fotos y por supuesto buena música que os acompañe mientras las veis... espero que las disfruteis...
Vista del pueblo de Rales
El pueblo y alguna de esas casas tan bonitas
No podía faltar el hórreo asturiano
Esta es la casa donde nos alojamos
Y tampoco pueden faltar esos "culines" de sidra... qué rica!
Una de las playas más bonitas que he visto... la playa de Barro